Friday 13 November 2020

13: Viernes 13 de noviembre 2020

Mensaje del Director

Mentoría

Recientemente fue el cumpleaños del hombre que hizo más que ningún otro para consolidar en mí la vocación de ser un líder escolar. Su nombre es Adrian Palmer y fue Director de la Escuela Secundaria en St. Andrew's, Turi durante 8 años hasta el 2014. Durante dos años, del 2011 al 2013 fui su subalterno y con el tiempo me he dado cuenta de lo influyente que ha resultado ser su mentoría durante ese tiempo.



La mentoría es un concepto muy poco comprendido. Yo mismo doy un buen ejemplo de esto: habiendo decidido hacer de la mentoría mi tema de esta semana, (¡como el serio profesor de inglés que soy de corazón!) investigué la etimología de la palabra. ¡Por supuesto que no tiene ninguna! Mentor es el nombre de un personaje de la Odisea de Homero a quien Ulises designó, antes de partir hacia la guerra de Troya, para cuidar de su hijo Telémaco. Más interesante aún, la diosa Atenea tomó la forma de Mentor cuando visitó a Telémaco, lo que le permitió acercarse a él y aprovechar esa confianza con Mentor para guiarlo, protegerlo, aconsejarlo y alentarlo.


La última vez que trabajé en el Reino Unido, la mentoría estaba muy de moda. De hecho, como subdirector en mi última escuela allí, fui responsable de nombrar y supervisar un equipo de mentores del personal docente de la escuela para trabajar 1: 1 con los estudiantes clave. El objetivo, por supuesto, era tratar de asegurar que los estudiantes obtuvieran las mejores calificaciones posibles, lo cual es bastante justo (aunque creo que ya hemos establecido que creo que una buena educación va más allá de buenas calificaciones) pero los medios por los que lo obtuvimos fueron, en retrospectiva, bastante fáciles y superficiales, principalmente relacionados con el establecimiento y la revisión de objetivos simples.


Tres elementos en la relación entre Atenea (Mentor) y Telémaco me parecen interesantes:

· El primero es la importancia de la confianza. Atenea adoptó la forma de Mentor para poder contar inmediatamente con la confianza de Telémaco, sin la cual habían muchas posibilidades de que su sabio consejo, orientación y aliento se hubieran ignorado en parte o en su totalidad.

· El segundo, es la intervención de lo divino. Hay algo un poco místico en el proceso de mentoría; no siempre es algo que uno realmente pueda observar como un proceso, sobre todo porque el progreso del aprendiz puede ser incremental o errático. Y la mejor mentoría depende de que haya una sabiduría genuina en juego, y ¿qué mejor sabiduría que la sabiduría divina? La verdadera mentoría (y la verdadera sabiduría) se trata de las cosas importantes: valores y principios; no se trata solo de cambiar la mentalidad de alguien, sino también su corazón y su alma; aquí es donde se diferencia tanto del coaching.


· Y finalmente, no había considerado, hasta la preparación de este artículo, la importancia de la idea de la protección en la mentoría. Los mejores mentores sienten un afecto genuino por sus pupilos. Es esto lo que les da la motivación para sacrificar el tiempo y reunir la paciencia que se requiere para guiar adecuadamente a alguien. La forma más rápida de enseñar a alguien es dándole instrucciones (estoy consternado al ver que la palabra “instrucción” está actualmente de moda en la educación de los Estados Unidos), pero ¿qué tan profundo, duradero y transferible será ese aprendizaje? Guiar gentilmente a alguien hacia la sabiduría y el desarrollo de una brújula moral confiable, realmente guiar a alguien, lleva tiempo y durante ese viaje el mentor debe proteger a su protegido, no suavizando las olas, pero asegurándose de que el barco se mantenga a flote, hasta que llegue el momento en que el aprendiz esté listo para tomar el timón por sí mismo.

La mentoría es:

  • Responder una pregunta con otra pregunta

  • Permitir que se cometan errores

  • Fomentar la reflexión honesta

  • Ayudar a alguien a tener una perspectiva más amplia de una situación

  • Desarrollar previsión

  • Ejemplificar valores

  • Modelar

La mentoría requiere:

  • Paciencia

  • Perdón

  • Lealtad

  • Afecto

  • Tiempo

Ustedes saben la importancia que le doy a los aspectos humanos e interpersonales de nuestro trabajo para desarrollar a los jóvenes. Si, como maestros y padres, podemos lograr emplear al menos algunos de los enfoques de un verdadero mentor en nuestras interacciones con nuestros hijos, aunque estemos tomando la decisión más difícil y viajando por el camino menos recorrido, estoy seguro de que estaremos orgullosos de los resultados.


Stephen Lang

Director


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